Para garantizar el sabor original de la Comida Mexicana es necesario llevar hasta el metate.
POR BLANCA SIMÓN ORTIZ, DIARIO ABC DE MICHOACÁN, 28 DE JULIO DE 2024.
Uruapan, Mich. – Para garantizar el sabor original de la Comida Mexicana, en cualquier parte del mundo, a veces es necesario llevar las paranguas, leña y hasta el metate, ya que no basta con que se cuente con los ingredientes necesarios.
Así lo señaló Benedicta Alejo Vargas, maestra cocinera tradicional de la comunidad de San Lorenzo, municipio de Uruapan. y quién en 2012 acudió a Roma concretamente al Vaticano, en donde elaboró una comida para mil personas, entre ellas el Papa Benedicto XVI; para esa ocasión llevó desde su natal San Lorenzo hasta Roma: leña, maíz, ceniza, cal los metates para moler el nixtamal y las piedras denominadas paranguas, también las cazuelas de barro, sin faltar los ingredientes como los chiles, el queso y las especies requeridas ya que cocinó mole de queso, mole de conejo, atole de tamarindo, atole de ajonjolí, corundas de verduras, corundas naturales y tortillas de tres colores para lo cual llevó maíz rojo, blanco y azul y en este tenor indicó los conejos si se consiguieron allá en Italia y recordó que su hija quien le acompañó a ese viaje, lloraba mientras molía él maíz ya que eran muchas personas y solamente eran ellas dos, sin embargo la anécdota es valiosa para ella, una mujer que apenas y hablaba español en ese momento.
Reveló que durante su pasada visita a España hace algunas semanas, a la actividad Cocina México, compartió cocina con Mariana Valencia reconocida chef uruapense. Le indicaron que no era necesario que llevara su metate ya que allá tenían uno, pero al arribar al lugar se dio cuenta que era un artefacto muy pequeño y además tenía la mano muy rota, por lo que pidió algunos aditamentos y la pegó a fin de poder trabajar ya que de lo contrario no podía garantizar el sabor de los alimentos lo más fidedigno a la receta tradicional; el invento de pegar la piedra dio resultado y algunos de los chefs quedaron maravillados por el ingenio para reparar la mano del metate.
También recordó que su primer salida internacional fue a San Antonio, Texas, y cuando le comentaron de este viaje ella se negó ya que no hablaba español, mucho menos inglés pero tampoco sabía leer ni escribir así que se oponía a dicho viaje hasta que le dijeron que no se preocupara porque iría otra cocinera que ella conocía y que le ayudaría en lo que se ofreciera.
Paulatinamente, cabe señalar, Benedicta ha sobrepasado las barreras de lenguaje y su timidez. Actualmente no solo ha viajado a Estados Unidos, Italia y España, sino que ha recorrido bastantes países pero siempre cargando sus implementos de cocina para garantizar el sabor de sus platillos y que heredó de su madre y abuelas porque aunque parezca simple «no es lo mismo moler algo en la licuadora a realizarlo en el metate y ese sabor es incomparable en cualquier parte del mundo» finalizó.
