POR ROBERTO MESTIZO CHÁVEZ, DIARIO ABC DE MICHOACÁN, 01 DE AGOSTO DE 2024
URUAPAN, MICH.- Continuando con los funcionarios de la actual administración municipal que se destacaron por su lealtad al alcalde y por dar siempre más de lo que se pudiera esperar, mencionaré algunos otros aspectos del secretario de obras públicas y movilidad, Omar Jiménez Trigueros.

Este uruapense, ya lo dije, en tres años ejerció un presupuesto de 500 millones de pesos, con los que ejecutó 200 obras, lo que no se había hecho antes.
Más allá de sus obligaciones, obtuvo en comodato un inmueble de Telecomm para trasladar allí las oficinas de la secretaría que encabeza, con lo que ahorró al erario treinta mil pesos mensuales por concepto del arrendamiento del edificio en que se encontraban desde hacía años, además de gestionar el cambio de computadoras, impresoras y otros equipos que ya resultaban obsoletos y hasta un problema para la dependencia.
Pero hay otros dos puntos que deben destacarse. Desde su primera obra de gran alcancé, que fue la modernización del Boulevard Industrial, aplicó la Ley Federal de Movilidad, con lo que se construyó una vía de comunicación en la que la prioridad es el peatón, para el cual se tienen banquetas anchas, paraderos de autobuses, etc. Se trata de una ley que en ese entonces era nueva y que aún ahora pocos municipios la conocen. Con el mismo criterio se modernizaron calles de la colonia Ramón Farias, como Yucatán, Jalisco y Francisco Villa. en las que se ampliaron las banquetas para comodidad y seguridad ,de los peatones, sobre todo niños pequeños, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, personas en silla de ruedas, ciegos, etc.
Al principio hubo quienes censuraron y rechazaron el proyecto, sobre todo en la avenida Francisco Villa, pues se redujo el número de carriles para circulación vehicular. Se afirmó que se firmarían cuellos de botella y accidentes, pero finalmente nada de eso ha sucedido por una sencilla razón: como conductor, para trasladarme de un lugar a otro solamente necesito un carril de circulación, y poner orden en los demás.
Otra medida que resultó polémica pero en la que demostró tener la razón, fue en reasfaltar las calzadas La Fuente y B. Juárez, que estaban saturadas de bache. Para la gran mayoría, esas calles no debían tener asfalto sino pavimentarlas con concreto hidráulico. Aseguraban que una nueva carpeta de asfalto se levantaría con las primeras lluvias.
En respuesta Jiménez Trigueros mencionó que un asfalto bien colocado, con el material adecuado de acuerdo a resultados de análisis de suelo, y con el debido mantenimiento, no tiene por qué levantarse; «en París, desde hace años muchas avenidas están asfaltadas, no pavimentadas con concreto hidráulico, y no tienen problemas de baches», puso por ejemplo.
Y pese a los argumentos en contra, e incluso algunas burlas, se colocaron buenas carpetas de asfalto en esas calzadas, bajo la supervisión de un experto en la materia, un Ingeniero uruapense, y en un tiempo récord, apenas dos meses, y un presupuesto relativamente económico, se repararon esas calzadas hace dos años y a la fecha no se han presentado baches.
Los dos casos anteriores, el de la Ley Federal de Movilidad y el programa de Reasfaltado, muestran que a Omar Jiménez le interesa estar actualizado y lo aplica en su trabajo.
HERMINIO LOYA SOSA
Otro funcionario que a mí parecer dio mucho más de aquello a lo que estaba obligado fue Herminio Loya, quien inició como titular de la oficina de Encargatura de la Presidencia Municipal, y ahora está en la Dirección General de la Capasu.
En cuanto inició labores, comenzaron las críticas en su contra, y de él no tenía ni encontré antecedente alguno. Lo acusaban de ser arbitrario, déspota y prepotente. Por experiencia propia, se que esas acusaciones surgen cuando se es estricto en el trabajo y se pide a los subordinados que sean responsables en sus labores, por lo que también quise darle el beneficio de la duda.
A Herminio Loya lo conocí hasta un año después de iniciar el actual gobierno municipal, y honestamente, cuando lo ví, hasta me pareció simpático, nada que ver con la persona que me habían dicho que era.
El funcionario en cuestión es originario de Nueva Italia. Fue mirador y líder de la Casa del Estudiante Profr. Genaro Vázquez, egresado de la Facultad de Agrobiología Presidente Juárez, habiendo estudiado el nivel medio superior en la Escuela Preparatoria Lázaro Cárdenas, donde conoció a Nacho Campos, que fue catedrático y director de ese plantel.
Cómo líder estudiantil, Herminio Loya conoció cualqtier cantidad de problemas de las clases menos favorecidas. Ayudó en incontables ocasiones a jóvenes de otras ciudades que no tenían donde hospedarse y ni siquiera un platillo para llevarse a la boca, pero si tenían ganas de estudiar y salir adelante.
Apoyo movimientos para que alumnos rechazados recibieran una nueva oportunidad para ingresar a algunas de las escuelas de la Universidad Michoacana.
Y créanme, todas esas actividades te convierten en una persona más sensible y solidaria que el común de la gente.
En esas lides aprendió además a organizar, coordinar y líderear grupos.
Al terminar sus estudios universitarios se dedicó al asesoramiento en la producción agrícola, y fue llamado por Nacho Campos para apoyar su campaña y posteriormente para hacerse cargo de una oficina en la que lo que sobran son peticiones y problemas sociales.
Sin ninguna experiencia política, pero con la sensibilidad adquirida cómo líder estudiantil y con la responsabilidad que asumió para ayudar a su antiguo mentor y no defraudarlo, Herminio Loya ha trabajado de tiempo completo en las encomiendas recibidas.
Su compromiso con Nacho Campos queda fuera de toda duda, al haber aceptado hacerse cargo de la Capasu cuando renunció su anterior titular.
Aceptar el cargo de director del organismo que maneja el agua potable con todos los problemas que ello implica, sin mayores conocimientos en la materia, y a pocos meses de concluir el actual gobierno municipal, no es fácil.
Pero quizás sabiendo que Nacho Campos no tenía muchas cartas para jugar, Herminio Loya aceptó el reto, y cada día aprende algo nuevo, llevando por buen camino a la Capasu. En definitiva, es un ser humano que no defrauda la confianza que en él se deposite.
El espacio es poco, así que en la siguiente comentaré de otros funcionarios que vale la pena recordar. Hasta entonces.