Dos jóvenes realizaton la renovación de su profesión religiosa.
POR BLANCA SIMÓN ORTIZ, DIARIO ABC DE MICHOACÁN, 08 DE AGOSTO DE 2024.
URUAPAN, MICH.- En el marco del XXX aniversario luctuoso del padre José Ochoa se realizó la renovación de votos de dos integrantes del Instituto de los Misioneros de la Sagrada Familia.
En una ceremonia concelebrada encabezada por Filiberto Reyes, superior del Instituto de los Misioneros de la Sagrada Familia, se recordó la Pascua del fundador de esta congregación religiosa, José Ochoa también conocido como El siervo de Dios, quién murió el 8 de agosto de 1984 y que se caracterizó por llevar una vida a favor de los más necesitados, evangelizar a los pequeños poblados y actualmente se busca la canonización de dicho siervo de Dios, que también logro fundar la congregación de Las Operarias de La Sagrada Familia y dotar de vivienda a miles de familias en el poniente de Uruapan.
Se recordó que el Padre Ochoa llegó a la formación como sacerdote en circunstancias difíciles cómo fue la época cristera ya que él se encontraba en el seminario de Zamora, pero al cerrarse todos los seminarios en el país, se les indicó que si querían continuar estudiando tendrían que ir a Roma, es por ello que que llegó a la denominada como Ciudad Eterna en 1927, se ordenó sacerdote el 25 de octubre de 1931 en el marco de la fiesta de Cristo Rey y fue en 1944 qué renunció a la parroquia de San Francisco en Uruapan, que se dedicó a promover la vida cristiana a través de sus congregaciones religiosas; desafortunadamente el 8 de agosto de 1984 fue llamado por El Señor, pero pese a que han pasado 30 años de su fallecimiento la comunidad aún le recuerda y continúa solicitando la canonización del siervo de Dios.
Durante la ceremonia se realizó la renovación de la profesión religiosa de Kevin Brian Cázares Pimentel, oriundo de Uruapan, así como de Eduardo Martínez Álvarez, oriundo de Jesús María, municipio de El Marqués, Querétaro; en ambos casos hicieron promesa de vida evangélica por los próximos tres años.
Previamente habían realizado esta promesa por dos años y primeramente por un año, dichas promesas escritas, fueron depositas en el espacio donde se encuentran los restos del Padre Ochoa.
