Lo anterior fue señalado por políticos de antaño, al referirse a la decisión que tomó el presidente municipal.
POR ROBERTO MESTIZO CHÁVEZ, DIARIO ABC DE MICHOACÁN, 9 DE OCTUBRE DE 2024.
Uruapan, Mich.- Aunque se tengan las mejores intenciones, cuando se trata del uso y del manejo de los recursos públicos, deben seguirse las formas, para evitar malos entendidos.
Lo anterior fue señalado por políticos de antaño, al referirse a la decisión que tomó el presidente municipal, Carlos Alberto Manzo Rodríguez,de reubicar las oficinas de la Secretaria Municipal de Cultura y Turismo, que se ubicaban en el edificio que fue la Casa de la Cultura, y el cual ha sido ocupado parcialmente por la Presidencia Municipal, pues a decir del edil, «el despacho presidencial que estaba en Chiapas 514, huele a azufre y se respira corrupción».
Cabe recordar que durante la gestión de Agustín Martínez Maldonado como presidente municipal, años1991 y 1992, se consiguió que PEMEX cediera en comodato las instalaciones que tenía en Chiapas 514, para que allí se reubicarán las oficinas del gobierno municipal,, que se encontraban en la zona centto de esta ciudad.
En marzo de 1992, por Vito unánime de los integrantes del ayuntamiento, se destinó el inmueble del centro para que fuera la Casa de la Cultura, oficialmente inaugurada como tal el 21 de octubre de ese mismo año.
La cuestión es que, ese edificio fue destinado por acuerdo de cabildo, a la Casa de la Cultura, y sin haber hecho alguna mención en una sesión del órgano colegiado, se reubicó la sede de esa institución, a una casona remodelada, en el centro de esta ciudad, rentada, y que fue utilizada en repetidas ocasiones por Nacho Campos, ya fuera como candidato como presidente municipal
Y aunque áreas como sus salas de un museo y la sala de piano aún permanecerán en ese edificio, y posiblemente algunos espacios sean dedicados a talleres culturales,
Los encuestados, que pidieron el anonimato porque «no quiero tener problemas por culpa de la política», expresaron que Carlos Manzo no hubiera tenido ningún problema de exponer ante el ayuntamiento su deseo de reubicar el despacho presidencial.. se lo hubieran aprobado. Pero al no consultar ni solicitar autorización, pasando por encima de acuerdos oficiales, muestra una tendencia al centralismo, a una política en la que solamente su palabra cuenta», finalizaron.
