Por este medio, me permito darte las gracias a nombre de Dar Amor y Esperanza A. C. por tu ayuda constante y desinteresada a pacientes con cáncer y otras enfermedades, principalmente niños y niñas.
Guille, subiste al cielo porque los Ángeles te ocupaban para alegrarlos con tu presencia.
Dios veía que estaban algo tristes, y por eso te mandó llamar aún y cuando tu partida dejaría un dolor profundo en tu papá y tu mamá, así como en tus hermanas y toda la familia del periódico ABC de Michoacán, y amigos.
Las personas enfermas de cáncer, niños y adultos, que te necesitaban y tú ayudabas, te van a extrañar mucho, nosotros también.
Dios mío, te pido que les des fortaleza a sus padres y a todos los que le necesitamos, él tenía un gran deseo de vivir y servir a la humanidad, a pesar de lo egoísta, resentido y humillante que se ha vuelto el mundo.
Donde alguien necesitaba ayuda, ahí estabas para apoyar sin esperar nada a cambio.
Sigue la luz en tu caminar con Dios y sé el Hombre Araña para ilusión de los angelitos, querubines y arcángeles.
Me despido de ti, mi gran Hombre Araña, un gran regalo que mandó Dios a tus padres, quienes te forjaron con puro oro de gratitud y humildad.
Gracias a Dios y a tus padres nos conocimos y me alegró aventurarme contigo en Dar Amor y Esperanza.
Gracias Dios Padre, Gracias Dios hijo, Dios espíritu santo, por prestárnoslo.
Gracias, gracias infinitas.
Atentamente
Juana Barrón Rodríguez