América Juárez Navarro
Morelia, Mich.- A pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad en Michoacán, los productores agrícolas siguen enfrentando serios desafíos, principalmente debido a la inseguridad y la extorsión, indicó Bernardo Bravo Manríquez, presidente Mesa Directiva Asociación de Citricultores Del Valle de Apatzingán.
En el marco de la inauguración del cuartel y área administrativa en el Tianguis de Limón, dijo que aunque la situación ha sido reconocida a nivel estatal, persisten estos fenómenos delictivos con la misma intensidad que hace un año.

Agregó que la extorsión sigue siendo una de las mayores preocupaciones, a pesar de las acciones de seguridad implementadas, incluyendo la modificación de leyes por parte del gobierno del estado, y las condiciones no han cambiado. “La extorsión sigue exactamente igual, como hace un año. Aunque se han dado detenciones, no hemos visto avances significativos. Los verdaderos líderes de los grupos violentos siguen libres”, señaló.
Agregó que el temor a represalias por parte del crimen organizado persiste , y muchos productores aseguran que las denuncias directas son prácticamente imposibles. “Es imposible denunciar, el miedo es abrumador”, dijo al destacar que el crimen organizado es una red tan grande que los ciudadanos no tienen capacidad para defenderse por sí mismos.
Si bien admitió que el gobierno estatal ha mostrado apertura para trabajar en conjunto con los productores, la falta de resultados tangibles ha generado desconfianza, algunos productores sienten que la presencia de las autoridades, aunque necesaria, aún no es suficiente para frenar el avance del crimen organizado. La detención de líderes criminales sigue siendo una prioridad no cumplida.
Además de la extorsión, los productores también se enfrentan a una crisis económica derivada de la inseguridad, ya que añadió que esta el miedo a los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos, como los que afectan a la exportación de limón, es otro factor que agrava la situación, pues los productores temen que si las restricciones comerciales aumentan, esto podría colapsar el mercado interno y devastar aún más el ya frágil entorno económico de la región.
La falta de compradores del estado de Colima, la creciente presión de los grupos criminales y las expectativas inciertas sobre el futuro de los acuerdos comerciales internacionales están haciendo que muchos productores consideren abandonar la región, donde las condiciones de vida se están volviendo insostenibles, dijo el líder limonero.