Nuevo San Juan Parangaricutiro, Michoacán.- Pasadas las 16 horas del 20 de febrero de 1943, el campesino Dionisio Pulido, trabajaba sus tierras, en las cercanías del pueblo Parangaricutiro, cuando de pronto el suelo empezó a temblar, se abrió la tierra y empezó a emanar un vapor muy espeso, a sonar muy fuerte y a volar piedras. Sin percatarse, se había convertido en el primer hombre de la historia, en ver nacer un volcán.
El volcán Paricutín, tuvo actividad durante nueve años, once días y diez horas, el Paricutín fue el primer volcán que se pudo estudiar en todas sus etapas, desde su nacimiento hasta que terminó su actividad volcánica.
Personas de diferentes países han visitado la Meseta Purépecha, unos con fines científicos, otros con objetivos artísticos, bastantes más en expediciones turísticas de aventura.
Y vaya que llegar lo más cercano posible al Paricutín era una verdadera aventura, pues aunque Uruapan se encontraba a unos minutos, no había carretera directa entre Morelia y Uruapan, así que se debía viajar hasta Carapan, todos ellos tenían que sufrir caminos en mal estado, mal servicio de autobuses, la incertidumbre de encontrar hospedaje, las cenizas del volcán que flotaban en el aire, molestando ojos, nariz y garganta.
Durante sus más de nueve años de actividad, la lava del volcán recorrió unos 10 kilómetros. No hubo víctimas humanas, dado que hubo suficiente tiempo para desalojar a toda la población.
El volcán solo sepultó dos poblados: Paricutín y San Juan Parangaricutiro (Parhikutini y Parangarikutirhu en purépecha). El primero quedó totalmente borrado del mapa. Muy cerca de él se encuentra ahora el cráter del volcán.
Del segundo pueblo solo es visible parte de la iglesia, sepultada por la lava, al igual que el resto del pueblo, excepto por la torre izquierda del frente (la torre derecha aparentemente cayó pero lo cierto es que estaba en construcción).
