Por Blanca Simón Ortiz
Uruapan, Michoacán.- El llamado a la unidad debe ser siempre entre nosotros, no solo en contra de un enemigo externo, sino hacia el interior de nuestra comunidad y buscar dirimir las diferencias entre los mexicanos.

Señaló lo anterior Monseñor Javier Navarro Rodríguez, obispo de la Diócesis de Zamora, quien destacó que cada uno, tiene características distintas y solamente sumando las diferencias podremos llegar a la unidad y hacer una gran comunidad.
Recalcó que las diferencias nos enriquecen, nos complementan, nos dan oportunidad de tener humildad para pedirle al otro que nos favorezca con sus dones y tener generosidad para aportar lo que cada quien tiene, y que el otro también se favorezca.
Manifestó que si bien es factible llamar a la unidad nacional contra un factor externo, ¿Por qué no hacer lo mismo en lo interno?, ya que, desafortunadamente no aceptamos que el otro piense distinto o que opine diferente, y subrayó no se trata de pensar igual sino que juntos nos acerquemos a la única verdad.
La unidad nacional no solo es agruparnos en contra del enemigo y «ya que paso el susto seguir portándonos como enemigos, uno contra el otro, sino que hay que hacer hincapié en que el otro que es diferente es mi prójimo y que el mandamiento de Dios dice que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos».
Finalmente Navarro Rodríguez exhortó a la comunidad a reflexionar acerca de cada uno de nuestros comportamientos hacia el otro y aceptar que todos somos diferentes.