Por América Juárez Navarro
Morelia, Michoacán.– Ante el clima de inseguridad que afecta a diversas regiones de Michoacán, en particular la Tierra Caliente, el Arzobispo Coadjutor de Morelia, Armando Álvarez Cano, hizo un llamado a la prudencia y al sentido común en la organización de las celebraciones de Semana Santa. Subrayó que la seguridad de los fieles debe ser la prioridad, especialmente en comunidades donde se han registrado hechos de violencia, como ataques con drones en algunas capillas.
Álvarez Cano destacó que, si bien estas festividades son una oportunidad para fortalecer la fe y reconstruir el tejido social, no deben llevarse a cabo a costa del bienestar de la población.
En este sentido, explicó que cada parroquia dentro de la Arquidiócesis de Morelia tiene autonomía para decidir la mejor manera de realizar sus actividades, sin una orden centralizada que imponga su realización o suspensión.
“Cada sacerdote debe guiarse por el sentido común y evaluar si es prudente o no realizar las celebraciones en su comunidad. La prioridad es nunca poner en riesgo a las personas”, expresó el arzobispo.
Asimismo, Álvarez Cano enfatizó que las festividades religiosas no deben percibirse como un problema, sino como un espacio para unir a la comunidad y fortalecer la seguridad.
“Las celebraciones son parte de la solución, no del problema. La gente debe poder vivir su fe con tranquilidad y en unidad”, afirmó. También resaltó el papel de la fe en la construcción de una sociedad más solidaria, especialmente en tiempos de incertidumbre.
Respecto al Jubileo 2025, el arzobispo se mostró optimista sobre la vitalidad de la Iglesia en Morelia y reafirmó su compromiso de trabajar en conjunto con el Arzobispo Carlos Garfias para fortalecer la labor pastoral.
Aunque aún se encuentra en una fase inicial de su servicio en la diócesis, señaló la importancia de mantener un trabajo coordinado y adaptar las actividades a las necesidades de la comunidad.
Finalmente, el llamado del Arzobispo Coadjutor se dirigió tanto a los fieles como a los sacerdotes, instándolos a tomar decisiones responsables y siempre priorizar la seguridad en la organización de los eventos de Semana Santa en sus respectivas parroquias.
