- Fue galardonada con la Medalla a la Práctica Educativa
Morelia, Michoacán.- Para la maestra Mayra Arreola Lázaro, despertar el interés de la historia es un desafío común. Muchos jóvenes ven poca relevancia de esta materia en su vida diaria y es algo con lo que se enfrenta cada ciclo escolar en la Escuela Secundaria Técnica José Rubén Romero, en Morelia.
Arreola Lázaro fue galardonada con la Medalla a la Práctica Educativa y reconocida por su proyecto por la secretaria de Educación, Gaby Molina. Comenta que, en su experiencia, la falta de motivación es un obstáculo inicial, pero al mismo tiempo motivador para ella, pues “hay pocas opciones tecnológicas para hacer de esta clase algo más interactivo, por eso surgió mi narrativa y proyecto”.
La docente decidió implementar diversas estrategias didácticas para hacer la historia más divertida y relevante, con el objetivo de sacar a los estudiantes de su zona de confort y mostrarles que el pasado puede ser fascinante; las estrategias incluyeron el uso de los sentidos, como recursos auditivos, visuales o táctiles, la búsqueda de información con datos curiosos o interesantes, recreación de hechos históricos por medio de obras de teatro o representaciones, fuentes escritas como testamentos, pergaminos y códices; así como la visita a museos.
Al final del ciclo escolar, se organizó un evento especial llamado Museo 99, donde los estudiantes exhibieron el resultado de sus proyectos. Fue una oportunidad para compartir lo que habían aprendido y mostraran su creatividad. La respuesta fue muy positiva, tanto de los estudiantes como de los asistentes, se entusiasmaron y comprometieron más sus trabajos.
Los resultados del Museo 99 fueron alentadores. El uso de estrategias didácticas innovadoras permitió alcanzar los objetivos de manera efectiva. Los estudiantes lograron fijar conceptos históricos de una manera más profunda, demostrando un mayor interés y comprensión de la materia.
El museo escolar no solo fue una actividad divertida, sino también una herramienta valiosa para el rescate de la memoria y el patrimonio. Al crear este espacio de exhibición, los estudiantes se convirtieron en verdaderos investigadores y curadores, valorando la importancia de preservar el pasado. Esta experiencia educativa complementó perfectamente el aprendizaje en el aula y fortaleció el vínculo entre la escuela y la comunidad.
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