Por Roberto Mestizo Chávez
Uruapan, Mich.- Desde muy temprana hora del sábado 1 de noviembre, miles de jóvenes uruapenses trabajaron incansablemente para «vestir», adecuadamente, al centro de esta ciudad y festejar el 18 Festival de Velas Uruapan 2025.
Algunos se encargaron de decorar la plaza Morelos y el Jardín Mártires de Uruapan, con gigantescas calaveras de cartón.

Otros adornaron la plaza José María Izazaga, la glorieta de la avenida Paseo Lázaro Cárdenas esquina con avenida Latinoamericana.
Unos más trabajaron en un corredor del Parque Nacional Barranca del Cupatitzio, en el Parque Lineal «Camelinas», o en el Parque Lineal «Riberas del Cupatitzio».
Jóvenes de diversas escuelas o empresas, transformaron la calle Independencia en un gigantesco panteón, elaborando los tradicionales altares de muertos.
Estudiantes de la Escuela Nacional de Guardas Forestales y de los grupos de Boy Scouts, distribuyeron más de 35 mil velas en calles y plazas.
Si, los adultos coordinaron esas labores, pero la energía, alegría, entusiasmo y trabajo, fue de jóvenes de entre 14 y 21 años de edad.
Y aunque desde antes de las 16 horas la gente ya empezaba a visitar esos sitios, sabían que sería hasta despues de las ocho de la noche, cuando empezarían a sentirse más satisfechos al ver las manifestaciones de aprobación y admiración de la población, cuando la luz de las veladoras dieran un toque mágico a la atmósfera.
Pero.. ese momento nunca llegó. Apenas empezaban a encenderse las veladoras cuando manos criminales quitaron la vida al alcalde, Carlos Alberto Manzo Rodríguez.
De inmediato la indicación fue desalojar esos lugares. Y allí quedaron, abandonados, altares, adornos, murales, escenografías, que se construyeron con mucho entusiasmo.
Fuimos pocos los que alcanzamos a ver parte del trabajo de esos miles de jóvenes. Reciban el reconocimiento de esta Casa Editorial. Lo valen, por muchos motivos.


