Por América Juárez Navarro
Morelia, Mich.– Las diputadas Ema Rivera Camacho, de Morena, y Brisa Arroyo, del PRD, pidieron un tratamiento serio y no politizado en el tema de la seguridad estatal, en respuesta a los recientes hechos de violencia ocurridos en municipios como Zacapu y Quiroga.
En entrevista, Rivera Camacho subrayó que la seguridad es una de las prioridades del Congreso del Estado, y enfatizó que más allá de las disputas políticas, es urgente abordar las causas profundas de la violencia para generar un entorno de bienestar en la población. Destacó que el enfoque debe ser en soluciones reales que beneficien a la sociedad, no en estrategias que solo busquen réditos políticos.
Con respecto a la posibilidad de convocar al Secretario de Seguridad para una comparecencia, la diputada de Morena indicó que se debe evaluar primero las propuestas de los legisladores y, de ser necesario, convocar a un diálogo abierto: «Este tema es muy sensible y doloroso para la sociedad, por lo que debemos abordarlo con seriedad y sin caer en la politización», expresó Rivera Camacho.
Por su parte, Brisa Arroyo coincidió en la necesidad de evitar la politización, y al referirse a la calificación de «terrorismo» aplicada a algunos hechos delictivos recientes, como el ataque con un carro bomba en Coahuayana, señaló que aunque lamenta la violencia, no considera que estos actos encajen en la definición estricta de terrorismo.
Aclaró que, si bien los actos generan miedo, no tienen las características propias de un acto terrorista, y llamó a las autoridades a coordinarse para restaurar la paz en las comunidades.
Ambas diputadas coincidieron en que es fundamental trabajar en las raíces de la violencia, como la educación y la cultura, para crear un entorno de paz y armonía. Subrayaron la importancia de que los legisladores actúen con responsabilidad, priorizando el bienestar de la ciudadanía por encima de intereses políticos o mediáticos.
En conclusión, tanto Rivera Camacho como Arroyo instaron a una acción legislativa seria, que ponga las necesidades de la sociedad al frente y que no utilice la seguridad como un instrumento para fines partidistas o personales.
