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El artista Antonio Villicaña construye dos sendos monumentos

Se trata de honrar al migrante y a San Francisco de Asís.

POR BLANCA SIMÓN ORTIZ, DIARIO ABC DE MICHOACÁN, 09 DE JUNIO DE 2024.

URUAPAN MICH.- Purépero y Peribán de Ramos contarán con dos esculturas representativas de su cultura y que adornarán algunas de sus avenidas, obras a cargo del artista uruapense Antonio Villicaña.

Se trata en el caso de Peribán de Ramos de una efigie del santo patrono de dicha localidad que es San Francisco de Asís, misma que está elaborada a base de fibra de vidrio y consta de una cruz que estará por la espalda de San Francisco, quien a la vez en una de sus manos porta una cruz y en la otra, un cráneo además lo acompañan un lobo y una oveja

ya que como se recordará el santo patrono de Asís es el santo de los animales así como de la naturaleza ya que él consideraba hermanos a la Luna el Sol las estrellas a todos los seres de la madre tierra, tiene una dimensión de 4 metros de altura.

En el caso de la escultura que se colocará en Purépero se trata de un monumento también de 4 metros de altura y de fibra de vidrio, pero en honor al migrante, ya que como se recordará esta localidad es cuna de hombres y mujeres que parten al vecino país del norte y que la mayoría de ellos han hecho su vida en aquel país al igual que sus hijos, y advirtió que es una escultura ambivalente ya que es el abrazo entre una pareja y su hijo y en sus rostros puede observarse la emoción que puede ser representativa del llanto por la partida del ser querido o bien el llorar de felicidad por la llegado y el reencuentro con el padre, quien es generalmente el que se va y cuyos sentimientos trataron de plasmarse en dicha efigie.

Antonio Villicaña mencionó que previo a la elaboración de la escultura, se tienen algunas ideas en conjunto con quien las solicita, las cuales posteriormente se asientan en bocetos y posteriormente una vez ya autorizado el proyecto, se hace una escultura a escala, en la cual se moldea y se observa cómo se situarán cada una de las piezas, ya que dentro de las figuras se cuenta con una estructura metálica que da el soporte necesario para que esta resista vientos, sismos y que no sea fácilmente destruida ya que se garantiza una vida útil de entre 60 y 100 años.

Posteriormente se pasa a la fase de elaborar cada una de las piezas cubrirlas, dar la forma, de la familia en su caso o en la de San Francisco, del lobo de la oveja, y así ir acomodando cada una de las piezas monumentales que el artista uruapense sabe elaborar y cuyos trabajos pueden admirarse ya que previamente trabajo con la comunidad de San Juan Nuevo Parangaricutiro en cuyo acceso se cuenta con la escultura de Los Kúrpites o el monumento a la madre purépecha en Paracho.

Finalmente Antonio Villicaña puntualizó que es un honor y una gran emoción realizar este tipo de trabajos ya que en cada uno de ellos se ha plasmado lo mejor del arte purépecha y del arte michoacano pero en este caso en particular, mostrar el sentimiento de reencuentro o de despedida en un monumento como el del migrante fue un gran reto que permite tomar conciencia de lo significativo que es este acontecimiento para la vida de cualquier ser humano.

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