CDMX.- En medio del reciente asesinato de Bernardo Bravo, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, la alcaldesa Fanny Arreola Pichardo confirmó que no fue convocada al encuentro programado este martes entre autoridades federales y estatales para atender la crisis de violencia en la región.
En entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, la presidenta municipal informó que no participará en la reunión donde estarán presentes el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, y el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, junto con autoridades de Michoacán.
Arreola Pichardo reconoció que la zona atraviesa uno de sus momentos más críticos, al recordar que Bravo era “una voz pública que lograba ser escuchada”, por lo que cuestionó:
“Si a él, con su posicionamiento, le pasó esto, ¿qué se puede esperar del resto de la ciudadanía que no tiene esa visibilidad?”, expresó.
Pese a no ser llamada a la mesa de seguridad, la munícipe consideró positivo no involucrarse directamente en temas operativos, ya que —dijo— permanecer en el municipio sin resguardo especial podría generar riesgos adicionales:
“Mejor no saberlo, porque yo estoy en el municipio, no tengo vehículo blindado ni escoltas; solo un elemento me acompaña. Si se piensa que conozco los acuerdos de seguridad, eso podría ponerme en riesgo”, subrayó.
Finalmente, la alcaldesa destacó que la crisis de inseguridad impacta de manera directa e indirecta a cerca de 100 mil personas del Valle de Apatzingán, entre ellos productores, jornaleros, proveedores e incluso menores que acuden al campo a apoyar a sus familias.
