Por Roberto Mestizo Chávez
Morelia, Michoacán.- Pese a que se ha tratado de ocultar, trascendió que Michoacán quedó fuera de los programas federales de apoyo cultural para este año.

El motivo: la Secretaría de Cultura Estatal, encabezada por Tamara Sosa Alanís, no logró gestionar ni ingresar proyectos a tiempo ante las instancias correspondientes del Gobierno Federal.
La falta de acceso a estos fondos representa un golpe directo para los municipios michoacanos, en especial para aquellos que dependen de estos programas para sostener festivales, talleres, formación artística y preservación del patrimonio local.
Trascendió que la titular de Cultura simplemente no presentó proyectos ante las convocatorias clave de la Secretaría de Cultura Federal, dejando a Michoacán sin representación y sin respaldo económico para el año en curso.
El silencio oficial contrasta con el enojo de promotores culturales, artistas y autoridades municipales, que una vez más ven cómo sus iniciativas quedan sin respaldo, mientras otras entidades sí logran bajar recursos y fortalecer su infraestructura cultural.
En Michoacán, en cambio, ni siquiera hay explicaciones públicas.
Esta omisión no es menor. Implica la pérdida de oportunidades para cientos de iniciativas locales que dependen del financiamiento externo para sobrevivir.
La esperanza, aunque frágil, es que esta información sea errónea. Pero si se confirma, no se tratará de un error administrativo, sino de una falla política de fondo: haber entregado la política cultural del estado a personas que ostentan títulos académicos y cargos, pero no compromiso, ni capacidad para cumplir con lo mínimo indispensable.