Por América Juárez Navarro
Morelia, Michoacán – El diputado local del PRD, Octavio Ocampo Córdoba, presentó este lunes una iniciativa en el Congreso local con el objetivo de tipificar la apología del delito en el Código Penal del estado de Michoacán. La propuesta busca frenar la influencia negativa de contenidos como los narcocorridos, que glorifican el crimen organizado y fomentan la violencia, especialmente entre los jóvenes.

En su exposición, Ocampo Córdoba destacó la creciente preocupación sobre el impacto que este tipo de música y contenidos tienen sobre las nuevas generaciones. Aseguró que muchos jóvenes, especialmente aquellos que viven en zonas rurales de Michoacán, están siendo influenciados por la glorificación del narcotráfico, una situación que, según el legislador, distorsiona su percepción de la realidad y sus aspiraciones de vida.
El diputado señaló que adolescentes de entre 13 y 16 años, al ser preguntados sobre sus aspiraciones, mencionan con frecuencia el deseo de involucrarse en el crimen organizado, ya sea como narcotraficantes, halcones o de alguna otra forma. “En los pueblos, escuchas a los chavitos cantando los corridos de los mafiosos y se visualizan a través de una canción, como si su futuro fuera ser parte del crimen organizado”, comentó Ocampo.
Los narcocorridos y otros géneros musicales que promueven la vida criminal se escuchan a menudo en las calles, vehículos y en eventos sociales, lo que, según el legislador, alimenta una cultura de la violencia que afecta principalmente a los más jóvenes. En este contexto, Ocampo Córdoba expresó que, si bien la libertad de expresión es un derecho fundamental, es necesario que se penalice la glorificación del delito, especialmente en los medios de comunicación como la música, redes sociales y otros canales de difusión.
La iniciativa propone una reforma que, en caso de ser aprobada, buscaría restringir la difusión de contenidos que inciten a la violencia y el crimen. La medida, en palabras de Ocampo, es un paso hacia la reconstrucción del tejido social y la promoción de una cultura de paz en el estado, con el fin de proteger a las nuevas generaciones de la influencia nociva de estos contenidos.
La propuesta aún está pendiente de revisión y discusión en el Congreso local, donde se espera que cause un debate sobre los límites entre la libertad de expresión y la necesidad de proteger a los jóvenes de los mensajes que incitan a la violencia.