- Narra la historia de la llegada de este fruto a tierras michoacanas.
Por Blanca Simón Ortiz
Uruapan, Michoacán.- La historia del café se remonta a Etiopía, cuando en el siglo XV un pastor de cabras le descubrió, mismo cultivo que fue evolucionando hasta llegar a nuestras tierras aproximadamente en el siglo XIX, bebida que llegó para quedarse y que ha sido y es deleite de infinidad de paladares.

Un ejemplo del cultivo del café etíope es el que actualmente se cultiva en la Hacienda Las joyas del municipio de Tacámbaro, donde se buscó información sobre la historia del café y se encontró con infinidad de datos inéditos que se encontraban resguardado en archivos familiares, muchos de ellos por la familia Jiménez Zarco; dichos documentos son muy variados, como son cartas, telegramas, cotizaciones, presupuestos, estadísticas de producción y beneficio del café sin faltar fotografías familiares que en conjunto muestran una historia amplia del café en Tacámbaro y sus alrededores y que permiten dar una idea de la importancia del café.
Todo lo anterior fue puntualizado por Arturo Ávila Val, quien fue invitado para presentar el libro «Más de 100 años cultivando café», de la autoría de Tere Quezada, lo cual tuvo lugar en el Centro Cultural Fábrica de San Pedro.
Se recordó además que fue en 1824 cuando Mariano Michelena, primer embajador de México en Inglaterra, trajo semillas directamente del puerto de Moka, mismas que germinaron en macetas; de ahí fueron llevadas a la Hacienda La Parota, situado en el valle de Urecho, de donde se dispersó a otros lugares de Michoacán pero de La Parota, en 1840, se llevaron las primeras plantas de café a Uruapan y de allí su cultivo a otras como poblaciones como Jicalán, Ziracuaretiro, Tingambato y Tancítaro.
A Tacámbaro las primeras plantas de café llegaron en 1858, primero a los patios y algunas casas como las del señor Ignacio Zarco, donde fue célebre un árbol por producción de frutos que generaba cada temporada; después el cultivo se extendió a varias fincas rurales de los alrededores por lo que en el predio Las Joyas, ya había hasta 8,000 árboles en producción en 1877.
Finalmente se asentó que actualmente la familia Jiménez ha retomado y se encuentra legitimando el cultivo de las semillas etíopes de Café de Hacienda Las Joyas ya que con esto se cubre toda la cadena productiva y de comercialización del auténtico café llegado de Etiopía a las tierras michoacanas.