Por América Juárez Navarro
Morelia, Michoacán.– La orden de aprehensión contra el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, es una persecución política y un intento de desviar la atención de la crisis de seguridad en el estado, aseguró el dirigente estatal del PRI, Guillermo Valencia Reyes.
En conferencia de prensa, el líder priista cuestionó el momento en que se giró la orden de captura, sugiriendo que el gobierno federal busca utilizar el caso como una «caja china» para distraer a la opinión pública de la creciente violencia en Tierra Caliente y la influencia del crimen organizado en la región.

«Lo raro es que se hayan tardado más de tres años en esto. Parece más un ajuste de cuentas político que un verdadero intento de hacer justicia. Me llama la atención que Silvano Aureoles denunció hace casi cuatro años la intervención del crimen organizado en las elecciones en Michoacán, llevó pruebas incluso a Estados Unidos, y ahora el gobierno de México responde con esto», declaró Valencia.
El priista también señaló que la detención de tres excolaboradores cercanos de Aureoles —Carlos Maldonado, exsecretario de Finanzas; Mario Delgado Murillo, exdirector de Finanzas; y Antonio Bernal, exsecretario de Seguridad Pública, al sostener que la misma refuerza la idea de que se trata de un proceso con tintes políticos.
Además, criticó la reciente extradición de 29 presuntos delincuentes a Estados Unidos, algunos de los cuales podrían enfrentar la pena de muerte, calificando la acción como un acto de «sumisión» del gobierno mexicano ante el extranjero. «Ojalá fueran igual de enérgicos para detener a los generadores de violencia en Tierra Caliente», expresó.
Valencia Reyes denunció que la política en Michoacán está infiltrada por el crimen organizado y acusó que hay alcaldes y diputados coludidos con estos grupos delictivos. «Ya no es solo complicidad, ahora hay presidentes municipales que son empleados del crimen organizado. La situación actual es resultado del debilitamiento y la sumisión institucional», advirtió.
Finalmente, reiteró que el gobierno debe actuar contra la violencia en Michoacán, pero insistió en que la detención de Aureoles tiene un trasfondo político para desviar la atención de la crisis de seguridad que enfrenta la entidad.