Además se tiene la problemática del agua contaminada y el saneamiento del líquido.
POR LILIANA RAMÍREZ, DIARIO ABC DE MICHOACÁN, 15 DE ABRIL DE 2024.
URUAPAN, MICH. En México, la crisis hídrica es un problema grave que afecta a millones de personas. Según datos del INEGI, alrededor de 9 millones de mexicanos no tienen acceso a agua potable y más de 20 millones no tienen acceso a servicios de saneamiento básico. Además, el país enfrenta una grave contaminación del vital líquido, especialmente en las zonas urbanas y en las cuencas de los ríos más importantes.
Guillermo Salas Razo, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, destacó que el impacto social de esta crisis hídrica es significativo, pues la falta de acceso a agua potable y saneamiento básico afecta directamente a la salud de la población, ya que el agua contaminada puede transmitir enfermedades como diarrea, cólera y hepatitis. Esto tiene un impacto negativo en la calidad de vida de las personas, especialmente en las comunidades más pobres y marginadas.

Incluso, la crisis hídrica también tiene un impacto en la economía de México, al ser un país altamente dependiente del agua para su producción agrícola, industrial y energética, por lo que la falta de agua y la mala calidad afectan la productividad y la competitividad de estos sectores, lo que a su vez repercute en el empleo y en la economía en general.
La grave situación ha ocasionado la manifestación de personas en diferentes partes del país y ejemplificó el caso de la Ciudad de México, donde han protestado por la falta de agua en algunas colonias y por la mala calidad del agua en otras. También ha habido manifestaciones en contra de la privatización del agua y en defensa de los derechos de las comunidades indígenas que dependen del agua para su subsistencia.
Y es que el problema creció tanto, que en algunas áreas del país, los agricultores se enfrentan a empresas refresqueras, mineras y agrícolas como las huertas de aguacate por la utilización de grandes cantidades de agua para sus actividades, lo que genera conflictos entre comunidades y afecta la producción agrícola y ganadera.
Aunque se han denunciado extracciones de grandes cantidades de agua de los acuíferos sin ningún tipo de regulación, en Michoacán se han presentado diversas manifestaciones por parte de la población afectada para exigir la implementación de medidas y políticas efectivas por parte del gobierno para hacer frente a la crisis hídrica.
Salas Razo, apuntó que urge atender la crisis hídrica e implementar medidas, como la construcción de infraestructura para el abastecimiento de agua, la promoción de tecnologías de conservación y la implementación de programas de reforestación para proteger las cuencas hidrográficas.