Morelia, Mich.- Washington DC vivió una de sus peores tragedias aéreas la noche del miércoles 29 de Enero, cuando un avión de American Airlines con 60 pasajeros y cuatro tripulantes chocó en pleno aterrizaje contra un helicóptero militar en las cercanías del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan. El impacto provocó que ambas aeronaves cayeran al río Potomac, desatando una intensa operación de búsqueda y rescate en aguas heladas.
Hasta el momento, las autoridades han recuperado 28 cuerpos y han declarado que no hay sobrevivientes, por lo que la misión ha pasado de rescate a recuperación de restos. Entre los pasajeros del avión viajaban varios patinadores artísticos, entrenadores y familiares que regresaban del Campeonato Nacional de Estados Unidos en Wichita, Kansas. Entre ellos se encontraban los ex campeones del mundo Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, junto a su hijo, Maxim Naumov.
Investigación en curso: posible error humano
Las primeras hipótesis apuntan a un error humano como causa del accidente. Sean Duffy, secretario de Transporte de EE.UU., explicó que las trayectorias de vuelo del avión y el helicóptero no eran inusuales, ya que el espacio aéreo de Washington DC tiene una fuerte presencia militar debido a su proximidad con el Pentágono y otras bases estratégicas. Sin embargo, se investiga por qué no se evitó el impacto, pues un audio filtrado sugiere que la torre de control intentó advertir al helicóptero del peligro, pero no habría recibido respuesta.
El helicóptero, un Black Hawk del Ejército de EE.UU., realizaba un ejercicio nocturno con su tripulación usando gafas de visión nocturna. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que los pilotos eran experimentados y espera que la investigación determine si el avión estaba en el corredor y altitud correctos al momento del choque.
El accidente aéreo más grave desde el 11S
Este trágico incidente es considerado el peor desastre aéreo en EE.UU. desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Las imágenes del lugar del siniestro muestran embarcaciones alrededor de los restos del fuselaje del avión, parcialmente sumergido en el río Potomac. Mientras tanto, las operaciones en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan han sido suspendidas hasta nuevo aviso.
Las acciones de American Airlines han caído tras el accidente, y la incertidumbre sobre la seguridad aérea en la capital estadounidense ha generado preocupación en la industria aeronáutica.
Las investigaciones continúan para esclarecer las causas exactas del choque y determinar si hubo alguna falla en los protocolos de seguridad.
