Por Adrián Rito Rodríguez
Morelia, Mich.- Sin aviso, sin consulta y sin transparencia, el Gobierno federal ya puso las manos en los fideicomisos del Poder Judicial. Ahora, Claudia Sheinbaum asegura que ese dinero será destinado al ISSSTE para “mejorar los servicios de salud” de los trabajadores del Estado, incluyendo a maestros y maestras.
El discurso suena noble: que ya no será dinero para “unos cuantos ministros de la Corte”. Pero en la práctica, las dudas son más grandes que las certezas.
Porque ese dinero no irá directo al ISSSTE. Primero, pasará a la Tesorería de la Federación, un laberinto presupuestal donde el dinero puede terminar en cualquier parte… como ya ha pasado antes.
¿Recuerdan los fideicomisos que se eliminaron durante la pandemia?
Prometieron que serían para salud, pero luego fueron usados para proyectos como el Tren Maya.

Además, el golpe financiero tampoco es tan grande como lo quieren hacer parecer: los recursos tomados del Poder Judicial no representan ni el 2% del presupuesto total del ISSSTE. Es decir, si el ISSSTE tuviera 100 pesos, este movimiento solo le aporta 2.
Lo preocupante es que todo esto se hizo sin consultar al Consejo de la Judicatura Federal (CJF), que ya analiza una posible respuesta legal. Nadie les avisó, nadie les pidió autorización. Simplemente les quitaron los recursos.
Desde Palacio Nacional insisten en que no hay nada ilegal, que no se tocan salarios ni derechos laborales, que todo se hace para acabar con los privilegios. Pero cada vez que el gobierno dice eso… los trabajadores pierden algo.
Y la pregunta queda flotando:
¿Quién controla ese dinero ahora? ¿Y si mañana nadie rinde cuentas?
Hoy, el gobierno tiene en sus manos una nueva bolsa millonaria… y la puede mover a voluntad.