viernes, marzo 14, 2025
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¿Qué le pasó a Emilia Pérez?

Roberto Mestizo Chávez

Uruapan, Mich.- Este domingo 2 de marzo, fuimos testigos de una de las caídas más fuertes y esperadas del cine internacional.En mayo del 2024, la cinta francesa Emilia Pérez, inicia una planeada carrera para que sea reconocida como la película que cambiaría la forma de hacer cine.

En el Festival Internacional de Cine de Cannes, Francia, el premio a la Mejor Actriz se otorgó a las cuatro «mujeres» que protagonizan Emilia Pérez: Karla Sofía Gascón, de nacionalidad española, cuyo nombre antes de someterse a algunos tratamientos era Carlos Gascón y quien intentó ser reconocido como un buen actor al participar en algunas películas mexicanas, Nosotros los Nobles, la más popular.

Zoe Saldaña, actriz norteamericana de origen Dominicano; Selena Gómez, otra actriz norteamericana, de ascendencia mexicana, y Adriana Paz, la única actriz mexicana en una película que supuestamente era un homenaje a México.

En octubre de 2024 Emilia Pérez es presentada en el Festival Internacional de Cine de Morelia, y es entonces cuando empiezan sus problemas.

Con a confianza en que tienen el respaldo de Netflix y de Cinépolis, una de las empresas cinematográficas más poderosas a nivel mundial y organizadora de ese Festival, Emilia Pérez inaugura en octubre del año pasado,la edición del 2024 del FICM.

Pero alguna reportera no quiere dejar pasar la oportunidad y lanza dos preguntas que cambiarán la historia de Emilia. A la directora de casting le cuestiona por qué no hay mexicanos en una película sobre problemas de mexicanos, ambientada en México, y la respuesta fue que al realizar algunos casting o pruebas, no encontraron actores con la capacidad artística para formar parte de esa cinta. Ni un solo actor o actriz.

La otra pregunta se la hizo al director de la cinta, al que haciéndole notar que la trama y los personajes están alejados de la realidad, le cuestiona si realizó una investigación sobre los temas que trataría en la película y cómo vemos los mexicanos situaciones como el narcotráfico, la corrupción en las altas esferas políticas, la desaparición forzada de miles de mexicanos cada año, y hasta la reasignación de sexo en las personas. La respuesta del director nos dejó mudos de la impresión: no realizó estudio ni análisis alguno, porque hacía años había pasado una temporada en México, y con eso estaba empapado de conocimientos sobre los mexicanos.

Esas respuestas fueron suficiente para molestar a los mexicanos y empezaran a señalar la serie de estereotipos falsos utilizados en la película, su mala calidad, y la burla que Emilia Pérez hace de Mexico y de los mexicanos.

Pero cuando a finales de enero de este año se anuncian las nominaciones a los premios Oscar 2025, teniendo a Emilia Pérez en la parte más alta, con trece nominaciones, el escándalo ya fue total e imparable.

Manifestamos sentirnos ofendidos porque ven a México como un país en el que solamente existen narcodelincuentes o tontos que creemos que La Rosa de Guadalupe nos salvará de todos nuestros males; para estos cineastas, México es un país en el que frente al edificio de la Bolsa Mexicana de Valores, existe un mercado callejero con bastantes puestos de carnitas; la Ciudad de México es una urbe de colonias en las que impera la pobreza extrema y solamente la delincuencia hará que sus habitantes puedan elevar un poco su nivel de vida. Y por si fuera poco, la gente habla un idioma que no se parece a nuestro español, con palabras en desuso desde hace décadas, y con acentos o tonos que no conocemos.

Es entonces que se encienden realmente los focos rojos en Netflix, plataforma digital para la cual Emilia Pérez ea solamente un negocio. De tantos millones de dólares fue la inversión, entonces para poder ganar debes generarme el doble de esa cantidad por venta de boletos en salas y por rentas en la plataforma digital.

Pero cuando la estupidez y la soberbia se juntan, los resultados no pueden ser buenos. Y así pasó con el o la protagonista y el director. Gascón exigió que no se le juzgara por su condición de transexual y en cambio se fijaran en su maravillosa actuación, que difícilmente sería igualada, y finalmente terminó llorando frente a cámaras porque nadie le comprende y junto con sus hijas debe esconderse y evitar salir a la calle, pues hay una fuerte campaña de odio en su contra.

Y el director fue más lejos aún al seguir ofendiendo ya no solo a los mexicanos, sino a todos los hispanohablantes, al asegurar que el español es un idioma de cavernícolas, solamente utilizado por gente inculta y delincuentes, y otras cosas por el estilo.
Ganar los premios Oscar significa a los productores una buena cantidad de millones de dólares adicionales. Así que en otras jugadas a Emilia Pérez se le siguen otorgando premios y reconocimientos por parte de sindicatos del cine, prensa cinematográfica extranjera acreditada en Los Angeles, festivales internacionales, todo para garantizar al menos unos seis premios Oscar y así poder decir que Emilia Pérez fue la gran ganadora en las categorías de mejor película, mejor película en lengua no inglesa, mejor actriz, mejor actriz de reparto, mejor dirección, mejor guión adaptado, etc.

Y esas aspiraciones las refuerzan con las críticas especializadas de grandes y profesionales periodistas como Patty Chapoy, que califica a Emilia Pérez como una verdadera joya del cine mundial. Otros la comparan con Los Olvidados, de Luis Buñuel, que al ser estrenada también fue destrozada por la sociedad mexicana. » Es que los mexicanos no quieren aceptar su realidad, les da miedo reconocer las cosas; es un pueblo inculto, ignorante, que no quiere salir de su espacio de confort», y así esos grandes críticos.

Por partes, recordamos que Los Olvidados dolió en efecto a los mexicanos, pues dejó de romantizar la pobreza. Mostró que los mexicanos pobres no son tan buenos ni tan nobles como nos hacían creer las películas de Pedro Infante, y si, dolió mucho.
Nada más que Los Olvidados estuvo basada en una nota informativa en la que se daba a conocer que el cuerpo de un niño fue encontrado sin vida en un basurero, lo que llamó la atención de Luis Buñuel, que empezó a investigar las llamadas ciudades perdidas de la capital del país, y de allí escribió su historia, retratando una realidad que México se negaba a ver. Hoy, Los Olvidados es una de las pocas películas catalogadas como patrimonio de la humanidad, por algún organismo de la ONU.

¿Que los mexicanos nos negamos a ver que tenemos problemas con narcotraficantes y otros delincuentes, como los que han desaparecido a miles de jóvenes? Que estupidez. Claro que conocemos ese y otros problemas, pero si molesta que hagan creer que somos un pueblo de tontos que desconocemos lo que sucede a nuestro derredor.

Seamos honestos: México siempre se ha creído el país más importante de Latinoamérica, y que por eso las naciones del continente nos adoran. Quizás Brasil, Chile, lo hagan, porque saben que su nivel socio económico es mejor que el nuestro. Pero no sucede lo mismo con muchas otras naciones. Guatemala nos aborrece porque afirma que le robamos Chiapas. El Salvador nos ve como un pueblo inferior. Perú nos envidia; Argentina se siente mal porque solamente tienen un Messi, y muchos de sus paisanos tienen que emigrar a México a trabajar de meseros. Venezuela tiene muchas reinas de belleza, pero hace décadas que dejó de ser la cuarta potencia económica mundial, para sumirse en la miseria. Bueno, hasta Bolivia quiso ponernos una pata en el pescuezo, aplicándonos altas tasas arancelarias, y Colombia aún no nos perdona el gran amor que a nuestro país le tuvo Gabriel García Márquez, que siempre reconoció en Juan Rulfo al mejor escritor latinoamericano.

Pues pese a todos esos resentimientos, hay que agradecer a esos y otros países, a sus ciudadanos, que se sumaron a la indignación de los mexicanos por la forma en que Emilia Pérez nos «retrataba».
Y si algo les molesta a los gringos es perder dinero que ya lo daban por seguro, así que con la filosofía que indica que «de lo perdido lo recuperado», Netflix retiró si apoyo a Emilia Pérez, permitió a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas recuperar un poco de la dignidad pérdida, y Emilia Pérez perdió casi todo.

Definitivo, cuando la soberbia se junta con la estupidez, no puedes esperar buenos resultados.

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